Conceptos del Monopolio y el Oligopolio - Introducción
Un monopolio (del griego monos 'uno' y polein 'vender') es una situación de privilegio legal o fallo de mercado, en el cual existe un productor (monopolista) que posee un gran poder de mercado y es el único en una industria dada que posee un producto, bien, recurso o servicio determinado y diferenciado. Un competidor monopolista controla todo el mercado, tanto como servicios, como de bienes.
Un Oligopolio (del griego oligo, ‘pocos’, y polio, ‘vendedor’) es un mercado
dominado por un pequeño número de vendedores o prestadores de servicio
(oligopólicos u oligopolistas). Debido a que hay pocos participantes en
este tipo de mercado, cada oligopólico está al tanto de las acciones de
sus competidores. Dado que las decisiones de una empresa afectan o
causan influencias en las decisiones de las otras, se establece una
situación de equilibrio en el grupo de oferentes, con lo cual deja de
existir competencia de mercado.
El oligopolio supone la existencia de varias empresas en un mercado
determinado que ofrecen un mismo producto, pero de tal forma que ninguna
de ellas puede imponerse totalmente en el mercado pues esta situación
implicaría la aparición de un monopolio.
Hay por ello una aparente lucha entre las mismas para poder llevarse la
mayor parte de la cuota del mercado en la que las empresas toman
continuamente decisiones estratégicas, teniendo en cuenta las fortalezas
y debilidades de la estructura empresarial de cada competidor. Lo
trascendente por tanto, en el oligopolio, es la falta de competencia
real, lo cual afecta a los consumidores (demandantes de bienes o
servicios).
Por medio de su posición las empresas oligopólicas ejercen poder de mercado provocando efectos negativos para los consumidores entre los que se cuentan: que los precios sean más altos, la producción sea inferior, bajos niveles de calidad o impidiendo el ingreso de nuevos oferentes.
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